Por Pedro Martínez Serrano
A medida que se confirma la designación de representantes del gobierno federal en Baja California, se acredita que la mayoría de los beneficiarios, se han convertido sólo en inútiles, tanto como incapaces y rapaces becarios que, en la mayoría de los casos, sin conocer siquiera el tema de la dependencia a su cargo, se dedican a colocar amigos (más parásitos con cargo al presupuesto federal), para según ellos pagar favores a quienes apoyaron en la campaña del presidente de la República, Enrique Peña Nieto.
Un caso particularmente interesante, es el de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), cuya representación, con el nombramiento de Director General del organismo de Cuenca Península Baja California, recayó en el ex presidente y ex diputado federal por el Partido Verde, el tal Eduardo Ledesma Romo (de gratos recuerdos entre l@s profesionales del sexo servicio de la Zona Rosa, en la Ciudad de México), especialmente porque es un sujeto que es un perfecto ignorante en el tema que le fue encomendado.
Pero como la representación de Conagua fue dispuesta para quienes no tengan nada que hacer, que lo vayan a hacer ahí, el lame suelas de Jorge Hank Rhon, El Pochongo Ledesma, enchufó al presupuesto de la dependencia al extorsionador Miguel Ángel Torres Ponce quien, como no tiene nada que hacer, se dedica a pasearse y pasear ami@s a bordo de un lujoso pick up que tiene a cargo. No sólo eso, sus gastos de representación son abultados y evidencia que está haciendo lo que le gusta: saquear el erario federal e inventar gastos que no existen, para desviar recursos a placer y complacencia de su ignorante jefe.
Con el cargo de Subdirector de Comunicación y Atención Social e Institucional, el señor Torres Ponce no hace absolutamente nada, más que ayudarle a gastar el presupuesto de la dependencia a su ahora benefactor, Eduardo Ledesma quien ya se frota las manos, para echar a andar un par de obras en Tijuana y, obvio, cobrar la jugosa comisión a que está acostumbrado, como buen dirigente del Partido Verde, del 20 por ciento.
El Don Juan Pochongo, muy proclive por cierto a comprar caricias de meretrices, es un sujeto que de medio ambiente no conoce absolutamente nada, como ocurre en otras dependencias del gobierno federal, en manos de presupuestivoros que lo único por lo que van, es por lo suyo, más allá de cumplir con la responsabilidad que les fue asignada.
Precisamente por la operación en contrasentido de los lineamientos trazados desde la Ciudad de México a las representaciones federales en Baja California, es por lo que vamos a elaborar un amplio trabajo de análisis y exhibición de intereses de cada uno de los llamados delegados federales.
A medida que se confirma la designación de representantes del gobierno federal en Baja California, se acredita que la mayoría de los beneficiarios, se han convertido sólo en inútiles, tanto como incapaces y rapaces becarios que, en la mayoría de los casos, sin conocer siquiera el tema de la dependencia a su cargo, se dedican a colocar amigos (más parásitos con cargo al presupuesto federal), para según ellos pagar favores a quienes apoyaron en la campaña del presidente de la República, Enrique Peña Nieto.
Un caso particularmente interesante, es el de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), cuya representación, con el nombramiento de Director General del organismo de Cuenca Península Baja California, recayó en el ex presidente y ex diputado federal por el Partido Verde, el tal Eduardo Ledesma Romo (de gratos recuerdos entre l@s profesionales del sexo servicio de la Zona Rosa, en la Ciudad de México), especialmente porque es un sujeto que es un perfecto ignorante en el tema que le fue encomendado.
Pero como la representación de Conagua fue dispuesta para quienes no tengan nada que hacer, que lo vayan a hacer ahí, el lame suelas de Jorge Hank Rhon, El Pochongo Ledesma, enchufó al presupuesto de la dependencia al extorsionador Miguel Ángel Torres Ponce quien, como no tiene nada que hacer, se dedica a pasearse y pasear ami@s a bordo de un lujoso pick up que tiene a cargo. No sólo eso, sus gastos de representación son abultados y evidencia que está haciendo lo que le gusta: saquear el erario federal e inventar gastos que no existen, para desviar recursos a placer y complacencia de su ignorante jefe.
Con el cargo de Subdirector de Comunicación y Atención Social e Institucional, el señor Torres Ponce no hace absolutamente nada, más que ayudarle a gastar el presupuesto de la dependencia a su ahora benefactor, Eduardo Ledesma quien ya se frota las manos, para echar a andar un par de obras en Tijuana y, obvio, cobrar la jugosa comisión a que está acostumbrado, como buen dirigente del Partido Verde, del 20 por ciento.
El Don Juan Pochongo, muy proclive por cierto a comprar caricias de meretrices, es un sujeto que de medio ambiente no conoce absolutamente nada, como ocurre en otras dependencias del gobierno federal, en manos de presupuestivoros que lo único por lo que van, es por lo suyo, más allá de cumplir con la responsabilidad que les fue asignada.
Precisamente por la operación en contrasentido de los lineamientos trazados desde la Ciudad de México a las representaciones federales en Baja California, es por lo que vamos a elaborar un amplio trabajo de análisis y exhibición de intereses de cada uno de los llamados delegados federales.